La verdad, la mejor parte era la visita de la mañana. A lo mejor soy un poco exigente con la comida con el defecto que tengo: “no hay mejor comida que la comida de Mama”. Es que mi abuela y madre cocinaban la Tefina, versión argelina de la ad-afina.
Me encanto la posición ideológica del guía pero no ví un interés en el recorrido. Me parece guay al revés de tener la oportunidad de conocer a gente de esta manera con una visita. Una sugerencia : visita de Toledo.
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