Yo creo que sobró la comida. Era buena hora para ir a comer a casa o quedarse a comer en algún lugar.
La Adafina no era buena y pienso que la gente se llevarían una pobre impresión de la especialidad que queríais ofrecer. A mí el postre me gustó pero no se explicó y me di cuenta que no sabían lo que era y sobre todo que lo había hecho Alejandra especialmente para la ocasión.
El servicio muy regular y el sitio tampoco era adecuado para tanta gente.
El recorrido interesante pero quizás fue un poquito largo. El final ya no se disfrutaba. A mí me gustó y lo pasé muy bien viendo de nuevo unos lugares conocidos con otro sabor e interés. Todá rabá.
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